Nos pasamos toda la semana
expectantes al pronóstico del tiempo y no precisamente porque quisiéramos sacar
a nuestro trono del alma, si no porque nos estrenábamos como vendedoras de F
lohmarkt. En Hamburgo se organizan
varios mercadillos los fines de semana por diferentes barrios. El nuestro, en
la zona de Eimsbüttel, ya había sido frecuentado por algunas de nosotras en
alguna ocasión...Pero esta vez lo viviríamos de una forma muy diferente, desde
el lado del vendedor. Ese que tiene que pegarse un madrugón ( con más mérito si
cabe por el cambio de hora), soportar la lluvia, la ventolera y los regateos a
cambio de echar un rato entretenido, deshacerse de los trastos que tanto
estorban y sacarse un dinerillo extra.
Como buenas españolas que se
precien empezamos a montar el tinglao cuando
el mercadillo ya estaba empezado. Después de que nuestros vecinos mercantes nos
miraran de arriba a abajo por la hora y la forma en la que nos disponíamos a mostrar
nuestras pertenencias (sin mesas ni carpas a pesar de la que estaba cayendo) nos pusimos manos a la obra. Tan solo
habíamos colgado un par de chaquetas cuando llegaron las primeras interesadas. Desde
ese momento hasta el toque de campana (cuando cubrimos costes de los metros del
puesto) pasaron tan solo unos minutos!! En vista del inesperado éxito, nuestras
mentes negociantas empezaron a maquinar en posibles inversiones para mejorar
nuestra infraestructura en próximas ocasiones.
Ni la lluvia ni el madrugón se
antepusieron al compromiso y las ganas. Orgullo de Mädels & Co!Con ganas de
repetir ahora que empieza lo bueeenoooo!
Noelia
